Al hilo del repugnante atentado con el que ETA nos ha felicitado las pascuas, se me ocurren varios elementos de reflexión:
DELINCUENTE POLITICO versus DELINCUENTE COMÚN: yo diría DELINCUENCIA a secas por cuanto que la teórica línea que separa al terrorista del delincuente común es inexistente, por lo que no entiendo la separación a efectos carcelarios entre, pongamos por caso, un etarra y un maltratador. La expresión suprema del fracaso y la cobardía de un maltratador es la violencia de género; la de un terrorista es cometer atentados. No puedo explicarme, por ello la fascinación que los terroristas proyectan en amplias capas de la población, salvo que entre estas mismas se venere también a los maltratadores, a los violadores, a los pederastas, etc., lo que daría una coherente explicación esquizofrénica.
Al final, el abismo que siente el terrorista ante el eventual abandono de un modo de vida prolongado durante décadas y alimentado por la creencia de ser los elegidos para llevar al pueblo hasta su nirvana particular, el desplome del pedestal en el que se sienten ubicados les produce tal parálisis mental que prefieren seguir haciendo lo que han hecho toda su vida –matar, atentar, violentar- antes que caer en lo que muchos de sus homólogos del IRA –en cuyo espejo se han mirado permanentemente los etarras- que una vez abandonadas las armas no supieron qué hacer con sus vidas y se dedicaron al pillaje –robos, saqueos, etc.- pues estaban más cerca del mundo de la delincuencia que del lado de la ley y la justicia. Eso es lo que les aterra y en ello estará nuestra victoria. Porque somos más y mejores que ellos, porque tenemos la ley, la razón y la justicia de nuestra parte y, además, porque ellos son los enfermos y los pervertidos, no nosotros. Tal cual un pederasta, por ejemplo.
PRECIO POLITICO CERO PATATERO: hace unos días estuve repasando unos videos y artículos de prensa de la anterior tregua de ETA, la de 1998 a fin de calibrar someramente las semejanzas y las diferencias entre ambas situaciones sin atentados. Semejanzas pocas, diferencias muchas. Me explico: a nivel de prensa complicidad prácticamente generalizada de todos los medios de comunicación acerca de la trascendencia del asunto y la necesidad de la discreción en 1998. Hoy el coro de voceros mediáticos de la derecha ultramontana se ha erigido en paladín del acoso y derribo del gobierno sin ningún tipo de vergüenza ni escrúpulos. Entonces el primer partido de la oposición –PSOE- junto al gobierno –PP- en materia antiterrorista, le gustara o no lo que éste hacía. Hoy uso y abuso hasta la repugnancia de la lucha antiterrorista por parte del primer partido de la oposición –PP- para desgastar al Gobierno –PSOE- en un todo vale, con tal de echarlos del gobierno. Entonces la organización de las víctimas del terrorismo agrupaba a todos los afectados; hoy la mayoritaria AVT es instrumentalizada por los sectores más reaccionarios de la derecha a lo que gustosamente se presta el presidente de la misma, un antiguo testigo de Jehová que no tiene ningún reparo en saludar efusivamente a un prebostillo ultraderechista y negarle el saludo a toda víctima del terrorismo que no comulgue con su línea política, es decir, con el PP.
Llegado este punto, conviene hacer un pequeño ejercicio de reflexión en lo que se refiere a lo del precio político “Negociación: en mi nombre No” y la supuesta conspiración de silencio del 11M “¿Quién ha sido?”. Si hicieramos caso a los voceros de la derecha en estos momentos sería absolutamente imposible que se pudiera producir un atentado terrorista por parte de ETA porque el Gobierno Zapatero está pagando el precio político derivado del atentado del 11 de Marzo que cometido por ETA le catapultó a la Presidencia al precio de la rendición del Estado, cosa que ha empezado a suceder con Cataluña y que tiene su siguiente acto en el País Vasco.
Pero claro, la realidad es tozuda, mucho más que la víscera del mini yo de sacristía o la esquizofrenia conspirativa del señor de la pileta, amén de algún qué otro ex GRAPO reconvertido para la causa Imperial. Dicen que los conversos son más intransigentes que los de cuna, quizá porque sienten la necesidad de tener que demostrar permanentemente y en cualquier lugar aquello en lo que se han convertido.
Volviendo a nuestros asuntos, qué ha ocurrido para que los terroristas hayan vuelto a atentar. Pues, posiblemente que los etarras esperaban mayores concesiones de un Gobierno del Partido Socialista que las que obtuvieron del Gobierno del Partido Popular en 1998. Recuérdese aquello del Movimiento Vasco de Liberación –Ansar dixit- o el acercamiento de presos etarras que entonces se llevó a cabo sin ninguna contrapartida. El atentado cometido ayer 30 de diciembre es la constatación clara de que el Gobierno de Zapatero no ha concedido nada a los terroristas, a los que, por cierto, sigue llamando exactamente eso, terroristas.
Solo hay una batalla en la que la democracia se ha dejado adelantar. Es la de la perversión del lenguaje, cometida por todos los gobiernos democráticos, incluído el del Partido Popular, con sus militantes vascos a la cabeza. Frases como Pais Vasco y España, o Cataluña y España son frecuentemente utilizadas en plano de igualdad no ya por nacionalistas periféricos, sino también por miembros de los dos partidos mayoritarios de implantación en todo el territorio español. En este momento me viene a la cabeza una frase pronunciada por María SanGil –a la que, por otra parte tengo en alta estima- en una campaña electoral para elegir Lehendakari en la que vino a decir que le gustaría que en un futuro “el hijo de Otegui y el suyo pudieran tomarse unos txiquitos juntos en cualquier bar de San Sebastián”.
Yo suscribo esas palabras y afirmo que estoy y estaré siempre con el Gobierno –cualquiera que sea éste- en su obligación de tratar de acabar con el terrorismo (no me gusta lo de proceso de paz), por lo que afirmo, desde el convencimiento en la fortaleza de la democracia
DIALOGO: en mi nombre SI, cuando el Gobierno estime que se dan las condiciones.
Quiero acabar con una frase que he leído en el editorial de El PAIS de hoy: ES LA HORA DE LA VALENTIA. LOS COBARDES VIAJAN CON DINAMITA.
Madrid 31 de diciembre de 2006
DELINCUENTE POLITICO versus DELINCUENTE COMÚN: yo diría DELINCUENCIA a secas por cuanto que la teórica línea que separa al terrorista del delincuente común es inexistente, por lo que no entiendo la separación a efectos carcelarios entre, pongamos por caso, un etarra y un maltratador. La expresión suprema del fracaso y la cobardía de un maltratador es la violencia de género; la de un terrorista es cometer atentados. No puedo explicarme, por ello la fascinación que los terroristas proyectan en amplias capas de la población, salvo que entre estas mismas se venere también a los maltratadores, a los violadores, a los pederastas, etc., lo que daría una coherente explicación esquizofrénica.
Al final, el abismo que siente el terrorista ante el eventual abandono de un modo de vida prolongado durante décadas y alimentado por la creencia de ser los elegidos para llevar al pueblo hasta su nirvana particular, el desplome del pedestal en el que se sienten ubicados les produce tal parálisis mental que prefieren seguir haciendo lo que han hecho toda su vida –matar, atentar, violentar- antes que caer en lo que muchos de sus homólogos del IRA –en cuyo espejo se han mirado permanentemente los etarras- que una vez abandonadas las armas no supieron qué hacer con sus vidas y se dedicaron al pillaje –robos, saqueos, etc.- pues estaban más cerca del mundo de la delincuencia que del lado de la ley y la justicia. Eso es lo que les aterra y en ello estará nuestra victoria. Porque somos más y mejores que ellos, porque tenemos la ley, la razón y la justicia de nuestra parte y, además, porque ellos son los enfermos y los pervertidos, no nosotros. Tal cual un pederasta, por ejemplo.
PRECIO POLITICO CERO PATATERO: hace unos días estuve repasando unos videos y artículos de prensa de la anterior tregua de ETA, la de 1998 a fin de calibrar someramente las semejanzas y las diferencias entre ambas situaciones sin atentados. Semejanzas pocas, diferencias muchas. Me explico: a nivel de prensa complicidad prácticamente generalizada de todos los medios de comunicación acerca de la trascendencia del asunto y la necesidad de la discreción en 1998. Hoy el coro de voceros mediáticos de la derecha ultramontana se ha erigido en paladín del acoso y derribo del gobierno sin ningún tipo de vergüenza ni escrúpulos. Entonces el primer partido de la oposición –PSOE- junto al gobierno –PP- en materia antiterrorista, le gustara o no lo que éste hacía. Hoy uso y abuso hasta la repugnancia de la lucha antiterrorista por parte del primer partido de la oposición –PP- para desgastar al Gobierno –PSOE- en un todo vale, con tal de echarlos del gobierno. Entonces la organización de las víctimas del terrorismo agrupaba a todos los afectados; hoy la mayoritaria AVT es instrumentalizada por los sectores más reaccionarios de la derecha a lo que gustosamente se presta el presidente de la misma, un antiguo testigo de Jehová que no tiene ningún reparo en saludar efusivamente a un prebostillo ultraderechista y negarle el saludo a toda víctima del terrorismo que no comulgue con su línea política, es decir, con el PP.
Llegado este punto, conviene hacer un pequeño ejercicio de reflexión en lo que se refiere a lo del precio político “Negociación: en mi nombre No” y la supuesta conspiración de silencio del 11M “¿Quién ha sido?”. Si hicieramos caso a los voceros de la derecha en estos momentos sería absolutamente imposible que se pudiera producir un atentado terrorista por parte de ETA porque el Gobierno Zapatero está pagando el precio político derivado del atentado del 11 de Marzo que cometido por ETA le catapultó a la Presidencia al precio de la rendición del Estado, cosa que ha empezado a suceder con Cataluña y que tiene su siguiente acto en el País Vasco.
Pero claro, la realidad es tozuda, mucho más que la víscera del mini yo de sacristía o la esquizofrenia conspirativa del señor de la pileta, amén de algún qué otro ex GRAPO reconvertido para la causa Imperial. Dicen que los conversos son más intransigentes que los de cuna, quizá porque sienten la necesidad de tener que demostrar permanentemente y en cualquier lugar aquello en lo que se han convertido.
Volviendo a nuestros asuntos, qué ha ocurrido para que los terroristas hayan vuelto a atentar. Pues, posiblemente que los etarras esperaban mayores concesiones de un Gobierno del Partido Socialista que las que obtuvieron del Gobierno del Partido Popular en 1998. Recuérdese aquello del Movimiento Vasco de Liberación –Ansar dixit- o el acercamiento de presos etarras que entonces se llevó a cabo sin ninguna contrapartida. El atentado cometido ayer 30 de diciembre es la constatación clara de que el Gobierno de Zapatero no ha concedido nada a los terroristas, a los que, por cierto, sigue llamando exactamente eso, terroristas.
Solo hay una batalla en la que la democracia se ha dejado adelantar. Es la de la perversión del lenguaje, cometida por todos los gobiernos democráticos, incluído el del Partido Popular, con sus militantes vascos a la cabeza. Frases como Pais Vasco y España, o Cataluña y España son frecuentemente utilizadas en plano de igualdad no ya por nacionalistas periféricos, sino también por miembros de los dos partidos mayoritarios de implantación en todo el territorio español. En este momento me viene a la cabeza una frase pronunciada por María SanGil –a la que, por otra parte tengo en alta estima- en una campaña electoral para elegir Lehendakari en la que vino a decir que le gustaría que en un futuro “el hijo de Otegui y el suyo pudieran tomarse unos txiquitos juntos en cualquier bar de San Sebastián”.
Yo suscribo esas palabras y afirmo que estoy y estaré siempre con el Gobierno –cualquiera que sea éste- en su obligación de tratar de acabar con el terrorismo (no me gusta lo de proceso de paz), por lo que afirmo, desde el convencimiento en la fortaleza de la democracia
DIALOGO: en mi nombre SI, cuando el Gobierno estime que se dan las condiciones.
Quiero acabar con una frase que he leído en el editorial de El PAIS de hoy: ES LA HORA DE LA VALENTIA. LOS COBARDES VIAJAN CON DINAMITA.
Madrid 31 de diciembre de 2006
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